El primer paso para transformar cualquier relación es mirar el tipo de relación que tengo conmigo. Si me cuido, me amo, me respeto, o en cambio antepongo a cualquier otra persona, circunstancia o relación, a mí mismo(a). Vivir satisfaciendo las necesidades y deseos de los demás, es un trabajo agotador que deshidrata el alma y genera pérdida de conciencia con uno mismo.
“La felicidad existe cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía.”
Gandhi.
Como ser humano, tenemos una serie de inseguridades, miedos, bloqueos… que vienen dados por nuestro sistema de creencias y por nuestras experiencias de vida, y que intentamos suplir o sanar a través de nuestra relación con los demás.
El objetivo de estos encuentros es que la persona se haga consciente de estos bloqueos para poder liberarse de tensiones, que en muchas ocasiones vienen heredadas de la historia familiar.
“Hay una historia, una historia que nos contaron y que nos contamos, una historia familiar que está latiendo en nuestro inconsciente y ha generado nuestra estructura de personalidad”.
Conocer y entender esta historia, nos dará fuerza para liberarnos de creencias y programas que no nos permiten ser felices, y nos ayudará a ser lo que queramos ser.
Mirian es una mujer de 40 años que no encuentra pareja, y todos los hombres que aparecen en su vida están comprometidos con otras personas.
Viendo la historia de su familia, descubrimos que su padre le era infiel a su madre, su abuelo también, y seguro que otros antepasados también. Ella llevaba la creencia de que “mejor sola que mal acompañada”, y por eso le era tan difícil encontrar un compañero que la respetase.
Después de hacer este trabajo se dio cuenta de que lo que estaba haciendo era repetir la creencia de sus ancestros, y cuando reordenó su sistema familiar y sanó las heridas que traía de su infancia, pudo tener una relación de pareja estable y feliz.
Reencuentro con la esencia de tu alma
Reencuentro con tu fortaleza
Reencuentro con tus sueños.