Todas y todos tenemos dentro de nosotros un/a niñ@, que, aunque no lo sepamos, está condicionando nuestra vida y nuestras relaciones.
Yo he contado en muchas ocasiones, que la primera vez que hice este taller como alumna, me di cuenta de que actuaba con los hombres con miedo, debido a la autoridad que mi padre ejerció sobre mí. Descubrir esto para mí fue una gran liberación, ya que empecé a relacionarme desde otro punto y mi vida mejoró considerablemente.
El objetivo de este reencuentro con el/la niñ@ interior, es que cada un@ conecte con est@ niñ@ y se haga consciente de qué cosas le están limitando aún, emociones, miedos… y se libere de aquellos bloqueos que le afectan a su ser adulto.
Por otra parte, el/la niñ@ nos aporta vitalidad, alegría y entusiasmo. Conectar con el/ella, nos devolverá todo esto a nuestro día a día, nos enseñará a vivir en el presente absoluto y con el amor y la inocencia de nuestr@ niñ@, es decir libres de juicios hacia nosotr@s y los demás.
Carlos se dio cuenta que cuando él era pequeño, sus padres no le atendieron cómo a él le hubiese gustado, y se relacionaba con todo el mundo desde su carencia de amor, buscando llamar la atención y generando relaciones de dependencia. Conectar con su niño le ayudó a verse, perdonar a sus padres, y soltar este patrón de conducta, que lo que le provocaba era más rechazo que atenciones.
Es un taller que deberíamos hacer todas las personas en algún momento de nuestras vidas, porque aunque pensemos que nuestra infancia fue feliz, siempre hay asuntos que se quedan inconclusos, o vivencias no resueltas, que nos condicionan de adultos, como es el caso de tener celos de un hermano menor, que luego se traslada a ser celosa de tu pareja, amigas.., y esto se traduce en inseguridad y falta de autoestima.