La calidad de vida de una persona está influenciada por la forma como cada persona se percibe y se valora a sí misma. Esta valoración que cada individuo hace de sí mismo es lo que en la literatura científica se conoce con el nombre de autoestima.
La palabra autoestima está compuesta por dos conceptos el “auto” que alude a la persona en sí misma y por sí misma, y “estima” que alude a la valoración, por lo tanto podemos definir la autoestima como la valoración que una persona hace de sí misma.
Cuando la valoración que hacemos de nosotras mismas es beneficiosa para nuestra calidad de vida se puede decir que tenemos una autoestima positiva, mientras que si es perjudicial y no nos valoramos nada o muy poco, nos encontramos con una autoestima negativa.
La mejora de la autoestima es posible actuando sobre distintos aspectos que la componen, y requiere un trabajo continuo de crecimiento personal.
La autoestima la vamos adquiriendo desde que nacemos y va creciendo o menguando, según las experiencias que vivimos, las creencias que vamos aprendiendo y el concepto que los demás tienen de nosotros. Pero la podemos modificar voluntariamente, con experiencias positivas, superación de retos u objetivos, cambio de creencias que nos limitan, superación de miedos y meditación.
Para mejorar la autoestima es importante observar los factores que influyen en la formación de la misma, ya que conociéndolos, estaremos en condiciones de modificarlos y corregir aquellos aspectos que limitan la confianza en nosotr@s mism@s. Aquí es interesante conocer cómo nos han educado, que modelos tenemos, si nos hemos sentido querid@s, valorad@s…
La autoestima se forma a través de la observación y apreciación que cada persona hace de sí misma.
También contribuyen las creencias que cada persona tiene acerca de su propia imagen y de la imagen que l@s demás tienen de ella.
Para potenciar la autoestima hay que aumentar la confianza en nuestras capacidades.
Sesión individual:
- Presencial –> 60 euros
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